Gafas de sol para niños3

Adaptadas directamente de nuestra colección Solar para adultos, nuestra gama KIDZ ofrece gafas de sol para niños a partir de 3 años, para niños y niñas.

Tus hijos podrán llevar unas gafas de sol bonitas y cómodas que les protejan del sol.

Además de ofrecerles monturas a la moda, os aseguramos una protección óptima con nuestras lentes 100% polarizadas de categoría 3.

Nuestras monturas se adaptan perfectamente a las caras de vuestros hijos para ofrecerles la mayor comodidad posible. También son ultraflexibles para evitar que se rompan cuando jueguen o si se sientan o caminan sobre ellas.

Por último, hemos querido ofrecerles los más bonitos modelos para garantizar el mejor estilo posible tanto para los jóvenes como para los mayores.

Por eso hemos intentado que estas gafas de sol para niños sean el accesorio de moda por excelencia.

Inspiradas en la gama para adultos y rediseñadas para adaptarse a las caras pequeñas, nuestras gafas de sol ofrecen la mejor protección contra el sol. Así, los ojos de tu valiente niño estarán siempre protegidos.

Tanto si se trata de tomar el sol en la playa, como de navegar o simplemente de jugar en la ciudad, en el campo o en la montaña, las gafas de sol Nooz para niños son resistentes.

Ultraligeros y prácticamente irrompibles, sus hijos no tendrán excusa para no llevarlos.

Es especialmente importante que los niños se protejan de la luz solar.

Los rayos UV son capaces de penetrar en la córnea, el iris y la pupila hasta el cristalino. Sin embargo, el cristalino aún no está completamente formado en los niños. Por lo tanto, existe el riesgo de dañar la retina y el nervio óptico si no se protegen adecuadamente del sol. Este daño suele ser irreversible.

Nuestros ojos son capaces de soportar una cantidad limitada de radiación UV del sol. Una vez superada esta cantidad, el ojo comienza a debilitarse. Esta cantidad tolerable suele ser aún menor en los niños.

También estamos expuestos a los rayos infrarrojos (IR), que pueden provocar quemaduras en los párpados o resecar la córnea. Esto es especialmente peligroso porque los efectos de la radiación UV e IR son acumulativos.

Por eso es necesario proteger a los niños con gafas de sol.